Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es conveniente acudir a una consulta médica para que pueda valorar la situación particularmente y, eventualmente, prescribir el régimen que sea exacto. Apuntar a todos los efectos legales que la información obtenida en la página web podría ser incompleta, equivocada o errónea, y en ningún caso piensa ninguna relación contractual ni de ninguna índole. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero posiblemente logren contener algún fallo o que no recojan todos y cada uno de los enfoques sobre una materia. La primera visita de ginecología acostumbra efectuarse entre la semana 6 y la semana 9 de embarazo, siempre y en todo momento contando desde la fecha de la última menstruación. En ella se establece la fecha probable de parto, se realiza la historia clínica y se efectúa una ecografía vaginal para confirmar la presencia del saco amniótico y, si se detecta, asimismo el latido fetal. Este primer acercamiento, por tanto, tiene como finalidad comprender a la paciente, a quien se le efectuará una exploración a fin de valorar, por poner un ejemplo, el tamaño del útero y los ovarios, y constatar si existe algún género de anomalía.
Guía para primerizas y madres de adolescentes
Nuestro papel jamás ha de ser juzgar sino más bien percibir activamente, con humanidad y empatía a todas nuestras pacientes para lograr acompañarlas y asesorarlas en todas y cada una de las etapas de su historia. Controles rutinarios con ginecólogos dejan identificar y tratar a tiempo condiciones que podrían complicarse. Se sugiere que la primera visita al ginecólogo se realice en la adolescencia, incluso si no se han presentado inquietudes específicas hasta el momento. Estos chequeos regulares son oportunidades para charlar sobre anticoncepción, vacunas, como la del VPH (Virus del Papiloma Humano), y efectuar exámenes de detección precoz, como la citología cervical (Papanicolaou). 2) Con independencia de que se haya visitado previamente al ginecólogo, si notas alguna señal que te pueda parecer importante, hay que ir al ginecólogo. Él es el profesional que está experto en la salud íntima y sexual de la mujer y debemos contar con él en múltiples ocasiones.
La etapa del embarazo y postparto necesita una atención detallada y incesante. Las consultas prenatales son escenciales para monitorear el desarrollo del bebé y la salud de la madre. Además, luego del alumbramiento, es vital continuar con las revisiones para asegurarse de que tanto la madre como el recién nacido se encuentran en óptimas condiciones. Cualquier anomalía o molestia durante estos periodos debe ser comunicada al ginecólogo sin demora. También puede ser una buena opción ir al ginecólogo en el momento en que se quiere un embarazo, para recibir las pautas ginecológicas mucho más correctas, fortaleciendo la salud de la madre y un embarazo sano. A lo largo del primer control del embarazo, el ginecólogo establecerá la fecha prevista del parto.
En mujeres sanas, en la primera mitad de la gestación (etapa anabólica), la ganancia ponderal observada corresponde al cúmulo de los depósitos grasos y a las modificaciones en el organismo materno; es porcentualmente poco importarte la contribución que efectúa al total de la ganancia el peso fetal.
También dejará que tengas un control adecuado de tu salud reproductiva, lo que por lo tanto, te brinda una mejor vida sexual. Además, es el mejor control para prevenir anomalías de la salud de transmisión sexual. Muchas jovenes buscan acompañamiento de su madre para acudir a la primera visita al ginecólogo como un aliciente moral. Sin embargo, todavía hay algunos tabúes que mencionan que la visita a este Ginecologista especialista em herpes solo ha de ser realizada por pacientes con vida sexual activa, con lo que muchas madres aún lo consideran poco conveniente. Casi siempre se realiza el primero de los exámenes, pero sin duda van a ser necesarias las preguntas del ginecólogo, que acostumbran a referirse a la fecha de la última menstruación, su regularidad, la abundancia del sangrado, posibles dolores y otros síntomas preocupantes. De esta manera, el ginecólogo podrá saber la causa del inconveniente, lo que ayudará a aplicar el régimen con mayor rapidez.
